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¿Por qué elegir una Passivhaus o Casa Pasiva?

Durante estos últimos dos años, se han evidenciado muchas de las deficiencias en la construcción de las viviendas en España. Problemas de ventilación y filtración, una mala calidad del aire interior, pérdida de energía, ruidos, olores… son sólo algunos ejemplos que nos indican que la apuesta por una arquitectura bioclimática es inminente.

De hecho, en este período se han multiplicado los proyectos que siguen el estándar Passivhaus, pasando de 80 en 2018 a 162 en la actualidad. ¿La principal razón? Una ‘casa pasiva’ optimiza la eficiencia energética y logra un ambiente más saludable, con mejor calidad de aire interior.

Las casas pasivas tienen en cuentan la orientación, la distribución de calor, la ventilación y el aislamiento con el objetivo prioritario de lograr el máximo ahorro energético. Y es que este tipo de construcciones pueden llegar a necesitar un 90% menos de energía que una casa convencional.

Cabe tener en cuenta que el teletrabajo y la prevención frente al contagio han incrementado el tiempo que pasamos dentro de casa. Por ello, ahora es más importante que nunca contar con inmuebles que disminuyan al máximo la demanda energética y que permitan un ahorro económico en este sentido. Algo que un inmueble pasivo certificado consigue con creces.

Beneficios de una Passivhaus en nuestra salud

Las Passivhaus influyen en nuestra salud y en la mejora de nuestra calidad de vida. Gracias a la ventilación mecánica doble flujo que emplean, se reducen las concentraciones de CO2 y otros patógenos y contaminantes. Por lo tanto, ayudan a reducir el riesgo de contagios.

Este sistema renueva continuamente el aire interior mediante un intercambiador que cruza el aire que entra del exterior, frío en invierno, con el que sale (a una temperatura de 20⁰C – 22⁰C) y se caldea sin necesidad de sistema de calefacción. Este sistema trabaja de la forma inversa en verano, cuando la temperatura exterior es superior a los 25⁰C, haciendo que el aire entre a menor temperatura de la que se encuentra y eliminando también los elementos contaminantes. De este modo, se garantiza una calidad ambiental interior óptima a lo largo de todo el año.

¿Qué se necesita para ser Passivhaus?

Existen cinco principios básicos:

  • Primero, el mencionado aislamiento térmico, que debe ser excelente para evitar pérdidas de calor innecesarias, y aquí las paredes, la cubierta y el suelo se llevan el papel principal.
  • Las ventanas y puertas de alto aislamiento, tanto en su ubicación como en su instalación. 
  • Eliminación de los puentes térmicos, que además de reducir el consumo evita condensaciones y con ellas patologías como los hongos. 
  • Ventilación con recuperación de calor, para una renovación continua y controlada del aire.
  • Por último, la estanqueidad, es decir, sellar todas las uniones entre los diferentes materiales de la casa.

Materiales de construcción saludables para Passivhaus

Además de la construcción en sí de la vivienda, cobra especial relevancia la elección de los materiales para obtener una buena calidad del ambiente interior.

De pinturas, barnices, colas, plastificados, etc., pueden emanar parte de su composición química. En pequeñas concentraciones, estas partículas suelen ser inofensivas, pero al rodearse al cien por cien de materiales sintéticos el 90 por ciento del tiempo que se pasa en espacios cerrados (y muchas veces no suficientemente ventilados), este factor puede empezar a ser decisivo en la proliferación de afectaciones en la salud.

Por ello, en Altermat nos decantamos por materiales naturales, cuyas propiedades son beneficiosas para el ser humano y, al mismo tiempo, contribuyen a la sostenibilidad y el cuidado del entorno.

Materiales construcción sostenible

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